Son
más de 40 años los que lleva la Fundación Vicente Ferrer realizando un trabajo
más que admirable en las tierras del estado de Andhra Pradesh, en concreto en
el distrito de Anantapur. Vicente Ferrer y Anne Perry se instalaron en estas
áridas tierras (las segundas más secas de todo India, las primeras se hayan en
el Rajasthan) para conseguir un futuro digno para sus gentes, sobre todo para
los dálits y los grupos tribales
(ambos conocidos como los intocables por estar fuera de cualquier casta).
Durante
una semana la Fundación Vicente Ferrer nos dio la oportunidad de alojarnos en
su campus y conocer sus principales proyectos dirigidos a la sanidad,
educación, ecología, mujer y construcción. Sin duda, una experiencia
irrepetible e inolvidable. Totalmente recomendable, no hay excusa para no ir si
se pasa por tierras del sur de la India. La Fundación ofrece alojamiento y
manutención para todos aquéllos que quieran saber de sus trabajos. Solo tenemos
palabras de agradecimiento a toda la organización.
En
los 4 días que estuvimos en Anantapur pudimos visitar sus talleres de inserción
social y de rehabilitación, las escuelas para niñas y niños con alguna
discapacidad, uno de sus hospitales y donde descansa desde el 2009 Vicente
Ferrer.
Un
momento muy agradable fue el que pasamos con la misma Anna Ferrer (mujer de
Vicente) quien nos dio una pequeña charla sobre el trabajo que desarrollan.
Además, nos firmó su libro “Un pacto de amor”, aquí os dejamos una prueba de
ello.
Pero
sin duda el instante más especial de estos días fue el de conocer a Nallappa,
un niño de 9 años al que hemos apadrinado. Junto a sus padres, nos reunimos con él para conocerlo y compartir
unos minutos juntos. Les hicimos unos regalitos y ellos nos dieron plátanos y
manzanas como agradecimiento. Por solo 18 euros al mes, él y su comunidad
podrán contar con una vida mejor.
En
definitiva, hemos pasado una semana que no podremos olvidar y estamos seguros que
algún día volveremos. Eso sí, si volvemos intentaremos ser más conscientes con
lo que comemos pues ambos hemos padecido la conocida “diarrea del viajero” que
hasta que no la sufres no sabes lo que es.
Pedrito y Candela, me ha encantado el post sobre la Fundación Vicente Ferrer.
ResponderEliminarAsí que habéis apadrinado un niño! que buena noticia!
Veo que estais con las experiencias a flor de piel. un besazo. adri